SMS MARKGRAF

SMS MARKGRAF
LA HISTORIA. El  Markgraf fue construido en Bremen siendo uno de los cuatro acorazados de clase König para servir en la Armada alemana en la Primera Guerra Mundial.
La batalla de Jutlandia, el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916, sería la primera gran acción del barco. Allí sufrió cinco impactos de gran calibre y 11 hombres murieron, junto con otros 12 heridos.
Durante octubre de 1917, El Markgraf participó en la Operación Albion, planeada para eliminar a las fuerzas navales rusas en el Golfo de Riga en el Mar Báltico. En su camino de regreso al Mar del Norte, golpeó con dos minas a estribor, inundandose con 260 toneladas de agua, pero logró llegar al puerto de  Wilhelmshaven en la costa alemana del Mar del Norte para sus posteriores reparaciones.

El 18 de noviembre de 1918 el Markgraf zarpó de Alemania por última vez, para ser recluido en Scapa Flow. Fue hundido al año siguiente en aguas más profundas que la mayoría del resto de la flota y eso lo salvó de una recuperación y reflote para aprovechar su acero

LA INMERSIÓN. En muchos sentidos, el Markgraf es la joya de la corona de Scapa Flow, a pesar de la dura competencia que los otros seis barcos de la Flota alemana de alta mar oponen.
Con sus 180m de eslora, el Markgraf está en una escala que supera cualquier cosa experimentada en otras partes del mundo. El pecio está en excelentes condiciones considerando que ha estado sumergido por casi 100 años. Debido a la inmensa escala de este naufragio, lleva tiempo entenderlo y a 45 metros requiere un nivel de experiencia más allá del necesario para los otros naufragios. Con el tiempo dedicado a explorar, el Markgraf pronto se convierte en una inmersión de primera clase para buceadores técnicos, que no dudan en repetir una y otra vez.

El buque ahora yace casi completamente volcada en su lado de estribor, pero la superestructura le ha impedido rodar por completo. La mayor parte de interés radica en el borde de estribor, pero sin duda, lo más impresionante es dimensión del naufragio. Gracias a que muchas de las secciones del barco permanecen en gran parte intactas, incluida la proa, la popa y los timones, el inmenso tamaño del Markgraf es evidente de una manera que lo hace más tangible que en los otros pecios. Bucear
en el Markgraf ser una experiencia inagotable.


Share by: